jueves, 18 de noviembre de 2010

Reflexiones sobre el Río San Juan

Reflexiones iniciales sobre los eventos sucedidos recientemente en el Río San Juan:

1. El control sobre una isla fluvial no justifica la militarización de una relación entre dos países.
2. La máquina que se está utilizando para dragar el Río San Juan no tiene capacidad para hacer daño alguno que los mismos ticos no hayan infligido ya sobre el río y su cuenca.
2. Un río es más que el lecho y el agua que corre sobre él.
3. Costa Rica no necesita de la ayuda de Israel ni de nadie más para que nos proteja (a propósito de los comentarios de Luis Liberman). Lo que necesitamos es diplomacia de alto nivel con gente preparada.
4. La relación entre Costa Rica no debe militarizarse. En todo caso, es preferible entregar la isla hasta que Ortega ceda ante la presión internacional; antes de aceptar cualquier tipo de ayuda extranjera de
tipo bélico.
5. La xenofobia debe rechazarse en todos los ámbitos de nuestra vida. No debemos permitir que la agresión verbal o física se legitime a partir de las muy desafortunadas decisiones de Daniel Ortega y su
gobierno.
6. Los ticos debemos reflexionar acerca de nuestra relación con los nicaragüenses: responsabilidades, experiencias y esperanzas compartidas.
7. Corolario: No se debe plantear el “conflicto” como uno donde habrán ganadores y perdedores: O ganamos todos, o perdemos todos.
8. En el pasado los costarricenses hemos compartido y colaborado mutuamente; recordemos entre otras, el terremoto de Managüa de 1972 y la lucha contra Somoza. La solidaridad debe ser el norte que oriente nuestras acciones.
9. Los ticos y los nicas somos vecinos. Compartimos no solo una frontera, sino también calles y alamedas, parques, escuelas, hospitales y aceras; hogares, familias y tradiciones. La realidad se impone, esta relación es indisoluble y debemos construirla responsablemente todos los días.

Mauricio Herrera R.
Grupo "BOLETIN APROEES"

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