martes, 22 de marzo de 2011

Artículo en La Nación

Proyecto con capacidad de 305 MW costará $1.200 millones

ICE busca socio para levantar gigante energético en Reventazón

Pretende aliado de experiencia y que ayude con parte del costo total de la obra
Planta generará electricidad igual al consumo de Cartago, Heredia y San José

Mercedes Aguero R. maguero@nacion.com 09:51 a.m. 20/03/2011

El Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) busca un socio de prestigio y trayectoria para desarrollar Reventazón, un gigante hidroeléctrico que levanta en Florida, Siquirres, Limón.

La puja por ese puesto está entre las firmas estatales Sinohydro, de China, y Electrobrás de Brasil, cuyas propuestas analizan con detalle las gerencias de Finanzas y Electricidad del ICE.

Escoger cuál de las dos participará en la construcción de la planta de 305,5 megavatios (MW) y $1.200 millones de inversión, dependerá mucho de su oferta financiera, dijo Gravin Mayorga, gerente de Electricidad del ICE.

“En su interés de participar, estas empresas vienen acompañadas de entidades financieras de sus países. Por eso vamos a ver bancos de Brasil o China que participarían y a qué tasas”, agregó.

El gerente reconoció que el financiamiento es un tema álgido en este momento; por eso tienen todas las opciones sobre la mesa.

Del costo total de la obra, la entidad ya negoció $800 millones con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Europeo de Inversiones (BEI).

Para el resto, unos $400 millones, el ICE evalúa la participación del aliado, una emisión de bonos en el mercado local y otra internacional, así como aportes propios.

Echar a andar el proyecto ya le ha costado $70 millones.

Otra razón por la cual el ICE busca estos socios es su experiencia en plantas de gran tamaño.

“Aquí no estamos hablando de ‘proyectitos’ de 20 MW ni de presas de 20 metros de altura. Son presas complejas, en zonas sísmicas y estas firmas son de enorme experiencia en ese campo”, dijo Mayorga, pero no detalló cuándo harán la selección del socio.

Reventazón representa el mayor reto de construcción en la historia de la institución.

La capacidad instalada casi duplicará a la de la planta Angostura, de 177 MW, la más grande hoy.
Reventazón está diseñada para generar la electricidad requerida por unos 525.000 hogares, equivalente a la demanda eléctrica de Cartago, Heredia y San José juntas.

Tiene un avance del 20% y debe operar plenamente en el verano del 2016. Su aporte será fundamental para atender la demanda eléctrica y cumplir la meta de convertir el país en la primera nación carbono neutral en el mundo en el 2021.

De concretar la alianza con Enerbrás o Sinohydro, el Instituto se estaría “estrenando” en el uso de esa figura contemplada en la nueva ley de fortalecimiento del ICE, vigente desde agosto del 2008.

Tope de túneles. Mientras en las oficinas del ICE, en Sabana Norte, San José, se analizan las alternativas financieras, en Florida, Siquirres, las labores no se detienen.

Un organizado ejército de más de 1.650 personas trabaja en las distintos componentes de la obra.

La planta, descrita por el director de la obra, Luis Roberto Rodríguez, como un “megaproyecto”, tiene como principales componentes dos túneles de desvío, el túnel principal de 1.720 metros de longitud y una represa de 130 metros de altitud, la mayor de Costa Rica.

En frentes de trabajo, como la excavación de ductos, la actividad no se detiene las 24 horas del día, los siete días de la semana.

Esa intensidad se refleja en los dos túneles de desvío (de 630 metros de longitud el interno y de 730 metros el externo), una de las estructuras claves de la planta.

Por estos conductos se reencauzarán las aguas del río Reventazón, mientras se construye la presa.

Los túneles se excavan en dos sentidos y el próximo 1.° de abril se tiene previsto el tope de ambos, uno de los hechos más significativos en la construcción de una planta.

A la vez, los llamados “topos” del ICE se adentran en las entrañas de la tierra para abrir otros ocho túneles de galerías para impermeabilizar el área de la presa.

Unida a la construcción se atienden diversas actividades para mitigar el impacto ambiental y social.

Esto incluye desde el rescate de animales y plantas del área que afecta el proyecto hasta enseñar a leer y escribir a personas analfabetas de las 15 comunidades donde este tiene influencia.

En estas tareas participan biólogos, arqueólogos y trabajadores sociales, entre otros.

Rafael Gallo, presidente de Ríos Tropicales, empresa dedicada al deporte de aventura y que utiliza las aguas del Reventazón, dijo que por la magnitud de la obra se perderá parte importante de rápidos, que es una sección clase IV, “muy emocionante” en ese deporte.

Sin embargo, destacó que el Instituto tuvo el cuidado de dejar un caudal mínimo para que puedan navegar, mientras en proyectos anteriores los secaban totalmente.

“En esta ocasión, la gente del ICE y el jefe del proyecto se han preocupado para que exista armonía entre desarrollo, ambiente, turismo y aspectos sociales”, agregó.

Para Luis Roberto Rodríguez, máximo responsable del proyecto, Reventazón no solo es un gran reto constructivo. También procura convertirse en un “modelo” sobre desarrollo responsable de obras.

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