lunes, 17 de enero de 2011

Articulo de la Ex Defensora sobre declaraciones de Rene Castro

Un pueblo en Resistencia, Don René
Lisbeth Quesada Tristán
Ex Defensora de los Habitantes de la República

Hace días ando con este tema entre las verijas del alma. Si bien estoy de acuerdo con los procedimientos diplomáticos que el actual gobierno ha realizado; como todas y todos los costarricenses, he sentido que hace falta una mayor respuesta para esos impresentables de Ortega y Pastora. ¡Ya no me hierve la sangre, es que se me encoje el alma cuando los escucho!

Falta mucho más como respuesta, y siento, como cientos de costarricenses, que nos quedamos cortos en la respuesta que hemos tenido.

Leyendo las recientes declaraciones de René Castro sobre la defensa que necesitamos, puedo decirles sin temor a equivocarme, que efectivamente somos un pueblo con vocación pacifista, queremos el diálogo, amamos decir lo que pensamos y condenamos a quien condena y persigue la libertad de expresión y por eso hemos recibido y protegido a tantos refugiados y perseguidos. ¡Pero que no se confunda el impresentable de Ortega y su lacayo Pastora! No somos pendejos.

No creo que necesitemos un ejército como tal, pero si algo parecido a lo que tienen en Suiza, diseñado para Costa Rica. Todos los ciudadanos y ciudadanas reciben educación para la defensa de la patria. Aprenden a defender su calle, su cuadra, su barrio, su ciudad, su provincia y su país. Todas y todos pertenecen a la reserva nacional. Hasta los adultos mayores tienen un rol que jugar. A Nadie, que pueda defender y defenderse se le excluye.

Todos y todas deben prestar un día de servicios a la patria, para no olvidar lo aprendido, y estar en control ciudadano de la defensa de su país. No habría que mantener un ejército, el pueblo es el ejército.

En caso de invasión, el invasor no se encuentra con un ejército, sino con un pueblo en armas, y eso amigos y amigas, eso es imparable. ¡A un pueblo en armas no lo para nadie! Habría que matarlos a todos.
Ahora bien, un pueblo en armas, ¿Cómo? ¿Con fusiles de asalto y ametralladoras, y helicópteros artillados?

Pensemos en un pueblo absolutamente organizado, en una fuerza de resistencia, más carácter de un ente protector que no solo sirva para colaborar ante una amenaza de intromisión extranjera sino también de ATENCION A LAS EMERGENCIAS. Armas o herramientas abundantes de paz, educación, organización comunitaria, solidaridad, con capacidad de respuesta efectiva, muy inmediata.

El país requiere de un cuerpo muy bien organizado, -no estrictamente policial- sino más bien un grupo de defensa nacional ante aquello que signifique RIESGO. Riesgo a la seguridad, riesgo ante los desastres, riesgo ante una amenaza, cualquiera que sea, riesgo ante la invasión, equipado para la atención de este tipo de situaciones que son "extraordinarias" y no ordinarias.

Aunque es cierto que ya lo extraordinario se está convirtiendo en ordinario.

Que se levante esa lista de ciudadanos, hombres y mujeres, " la reserva nacional civilista" entrenados, listos a responder ante el llamado de la emergencia de la patria, -cualquiera que sea-. Una Reserva Nacional Civilista experta-hasta en derechos humanos-. Que me anoten por favor, para lo que sea.

Sólo recuerden el ejemplo del sufrido pueblo de Vietnam. Fueron invadidos desde siempre. Obtienen su independencia en el Siglo X. Resistieron a los Chinos, japoneses, franceses y cada uno de ellos los expulsaron. Dada la guerra fría y los acuerdos de Ginebra (1954) se la dividió en dos Vietnam, Norte y Sur. Una comunista y la otra pro-gringa. Enfrentadas ambas, en 1973 los gringos firman los acuerdos de paz en París, o sea, dicho de otra manera:* la primera potencia del planeta pierde la guerra tras 10 años, contra un pueblo medio muerto de hambre, sin educación ni riquezas ni poderío armamentista. * El éxito: un pueblo que NO SE RINDIÓ JAMÁS. No contentos viendo los cientos de miles de asesinatos del régimen comunista de Kampuchea Democrática de Pol-Pot, la invaden en 1978 y así precipita la caída del régimen asesino. Esta acción empeoró las relaciones de Vietnam con China, la cual lanzó a su vez una breve incursión de invasión a Vietnam en 1979 que duro aproximadamente 48 horas. Sí…. 48 horas, y China, el coloso China perdió más de un millón de hombres en ese pequeño intento.

Eso señores y señoras es un pueblo en armas. Un pueblo que cree en sí mismos y que está convencido de tener la fuerza de la razón y la justicia. ¡Si tan sólo tuviéramos esa fuerza y ese amor a la patria de los habitantes de Vietnam!

Don René nos receta modernizar el sistema de seguridad, con “fuerzas especiales” y nos tomaría tres años dice él. Un cuerpo especial como en Chile o Panamá. Habría que ver lo que realmente se nos propone, y el pueblo manifestarse en que es lo que realmente quiere y que se respete. Se le debe dar pensamiento. Hay que cavilarlo.
Sin embargo, una fuerza policial bien entrenada que resguarde nuestras fronteras, no es solo indispensable, sino que hace mucho tiempo debimos tenerla, sobre todo con los siempre difíciles vecinos del norte, que periódicamente manipulan, el inexistente deseo tico " robarles el San Juan".

Si Don René no se hubiera confiado en un abracito y palmadita en la espalda, y hubiera realizado su trabajo, exigiendo lo que había que exigir en ese momento, otro gallo nos cantara. Un permisito dado sobre la nada, ¡ Ay Dios mío, en qué cabeza cabe! Por lo menos, el gobierno anterior, les había negado el permisito. ¿Cómo confiar en esos ladrones sandinistas del gobierno actual, es que no entienden que NO son ni Augusto César Sandino- general de hombres libres- ni Carlos Fonseca Amador ni Martí, ni Bolívar?

Hay responsabilidad nuestra también que apechugar. Hemos abandonado, sistemáticamente, a nuestros hermanos que viven en esa la zona. No la hemos desarrollado de ninguna forma. Carecen de todo. En arca abierta hasta el justo peca. Se la hemos puesto en bandeja de plata a estos impresentables al abandonarla por tanto tiempo.

No termino, sin contarles una maravillosa lección de civismo y amor a la patria que recibí a principios de diciembre pasado. Me fui a tomar una foto de estudio. Conocí a la familia que trabaja en el estudio, y me contaron como su padre, un ex combatiente del 48, enfermo, en cama, parcialmente paralizado, al enterarse por las noticias de la invasión a Isla Calero, les exigía a sus hijos que lo llevaran, que él debía defender la patria. Contuve las lágrimas para no parecer una llorona. Recordé en esos momentos, con tanto orgullo, a mis queridos amigos, los ex combatientes del 48, que me honran hasta el día de hoy con su amistad. Mis respetos compañeros de lucha, me descubro la cabeza ante ustedes.

lquesadatristan@yahoo.com.mx

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