martes, 12 de abril de 2011

Comunicado del CBYLO

Comunicado del CBYLO, ante la grave situación en Libia

El presidente de los Estados Unidos Barack Obama ordenó el inicio de la intervención militar hacia Libia, liderada por ese país. el Reino Unido y Francia. Con el pretexto trillado e hipócrita de proteger la integridad y la vida del pueblo libio.

Lo anterior, aprovechando la coyuntura de movilizaciones populares y desconcierto en países del Norte de África y el Medio Oriente, para crear otro frente de Guerra en el cual puedan asegurar el abastecimiento de recursos como el petróleo y el - nuevo oro cristalino - el agua, este último el más codiciado y necesario para las potencias europeas, las cuales carecen de acuíferos abundantes de agua dulce, como los que si tiene Libia bajo su superficie.

El agua es, según concienzudos expertos internacionales el nuevo recurso por el cual se iniciarían nuevas guerras por todos los continentes, y la principal razón por el cual los países europeos se han puesto al servicio de su amo, los Estados Unidos, el cual ha movido toda su maquinaria mediática y diplomática para crear una plataforma en la ONU y el Consejo de Seguridad de la misma, la cual no solo apoye la intervención militar, sino que exhorte las medidas a tomar para ejecutar con éxito dicho proceso.

Estas potencias mundiales por medio de la citada ONU, ante las probabilidades de perder influencia en la región debido a la caída de gobiernos dóciles a sus designios, pusieron en marcha un complot que consistió en la aparición de grupos armados integrados por mercenarios y paramilitares del islamismo fascista que desataron acciones en el este libio.

Instalaron una autodenominada junta revolucionaria rápidamente reconocida por el presidente Sarkozy de Francia. La confabulación estaba fluyendo apuntalada en la manipulación en los medios de comunicación, mostrando a la
supuesta fuerza rebelde, como una oposición legítima al “régimen de Gaddafi”, porque este último, según esos medios, mataba y arremetía contra la población civil a través de bombardeos aéreos.

Aseveración que ha sido desmentida por países como Rusia, los cuales habían estudiado la situación, y por periodistas enviados a Libia de la televisora Latinoamericana Telesur que comprobaron que no habían ocurrido dichos bombardeos por parte del ejercito libio.

Sin embargo, lo que si comprobaron fue los bombardeos por parte de Reino Unido, Francia y Estados Unidos. Esto prueba que estamos ante una horrenda tergiversación de lo que sucede en libia.

Es así, como a partir de suposiciones e infundíos y con el pretexto más vomitivo de salvar vidas humanas - el señor de la paz - Barack Obama ordena el envio de sus tropas para bombardear Libia, causando la muerde de cientos
de mujeres, niños y hombres, y por otro lado se manifiesta con pena por esos daños colaterales, los cuales son inevitables y hasta necesarios para terminar con la supuesta tiranía de Gadaffi, implantar los valores de la
democracia y la paz e iniciar la reconstrucción de libia.

Es inaceptable la inmoralidad de las potencias que arremeten contra un estado soberano, utilizando falsos argumentos y montadas transmisiones en la televisión donde aparecen rebeldes libios que supuestamente combaten con el ejercito de ese país, disparando sin dirección lógica y sin estrategia alguna, al mejor estilo del cine gringo.

Mientras tanto, en otros países sumidos en legítimas revueltas populares, se masacra al pueblo e intervienen con tropas blindadas para sostener a los déspotas asesinos en el poder que desde su inicios fueron apoyados por
Estados Unidos y compañía, donde en estos casos nunca se hablo en la ONU de intervenir de igual forma como lo hacen en Libia.

Es muy evidente lo que sucede en este mundo dominado por grupos de poder y transnacionales de potencias. Es sencillo, los dueños del mundo dictan así: los gobiernos de países que nos den concesiones, facilidades y nos dejen
extraer sin ningún tipo de regulación eficaz los recursos naturales de su país, esos gobiernos podrán tener nuestra misericordia temporal y migajas de nuestras suculentas ganancias.

Por otra parte, los gobiernos de países que pretenda y luchen por ser soberanos y libres, y que nos pongan trabas en extraer sus recursos naturales o humanos, esos no tendrán nuestra misericordia, esos serán obligados y aplastados primero por nuestra hegemonía financiera en el mejor de los casos, y si las cosas se complican utilizaremos nuestro poder militar, bélico, mediático asesino y ladrón.

Pero los gobiernos, países y pueblos que deseen la soberanía no deben temer si existe la unidad interna, su diginidad, sus deseos de un sistema igualitario y humanista, su organización para defender su patria y su proceso político, pueden poner a pensar, frenar e incluso expulsar a los grupos de poder mundial e imperiales, a la hora de querer meter mano militar, en estos países que deciden optar por otro camino político y
socioeconómico contrario al Neoliberalismo y la Globalización predominante.

Repudiamos ese libertinaje de las potencias y sus cómplices que escudados en la sordidez de la ONU, acorralan la verdad con la más increíble mentira y la sinrazón, en este caso para justificar la intervención y el asedio genocida
al legítimo Estado libio comandado por Muhammad Gaddafi.

No es accidental el hecho, cuando precisamente las funestas fuerzas imperiales que se embarcan en la desalmada aventura contra el proceso soberano de Libia, son las mismas que han creado, sostenido y armado a las tiranías terroristas que masacran y esparcen el terror sobre los pueblos del medio oriente y el norte de África, como Israel, Egipto, Túnez, Marruecos, Bahréin, Arabia Saudí y Qatar, entre otras.

No podemos callar ante semejante infamia y reiterado crimen de las potencias iniciadoras de la guerra. Las mismas que producen, acumulan y comercian el armamento bélico y militar en todo el planeta.

Respaldamos la iniciativa de algunos líderes internacionales orientada a solicitar al Comité encargado de los premios Nobel, el retiro del último Nobel de la Paz otorgado a Barack Obama.

Sugerimos al movimiento democrático, popular, antiimperialista, revolucionario y por la paz en el mundo entero, el inicio de una campaña universal por la suspensión del otorgamiento del PREMIO NOBEL DE LA PAZ hasta tanto no se recupere el genuino origen de ese premio y se salde con los pueblos agredidos, vituperados, ocupados, infamados, invadidos y exterminados por el atropello y la despotismo fascista.

Manifestamos nuestra sincera y franca solidaridad con el pueblo libio libre y soberano en su valiente y decidida voluntad de resistencia ante la oprobiosa agresión imperialista. Expresamos nuestro respaldo al Estado
independiente de libia y apoyo al proceso popular comunitario de la Jamahiriya comandada por su legítimo líder el Muhammad Gaddafi, que por más errores o reveses, a logrado reconocidas conquistas económicas, democráticas
y sociales en Libia, siendo este el país con el mas alto nivel de vida de toda Africa.

No más impunidad a las potencias, no más mentira, no más hipocresía diplomática de la ONU, este organismo debe ser abolido por haber perdido su sentido y su credibilidad.

Que se escuche la voluntad del pueblo libios, que desea el diálogo interno, ajustes positivos, la búsqueda de salidas pacíficas y populares para cambiar lo negativo que pudiese tener el proceso libio y fortalecer, consolidar,
proseguir y defender de cualquier intervención extranjera las conquistas adquiridas desde hace 40 años, y conservar su derecho legítimo sobre sus recursos naturales.

Alto inmediato a la agresión y los bombardeos a Libia por parte de E.U y Europa, exigimos respeto a la autodeterminación de los pueblos.

Escuchemos el llanto de los niños y las niñas de Libia y Palestina que también padece del mismo calvario.

¡Viva el pueblo libio!

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