lunes, 21 de febrero de 2011

Comunicado político N° 27 CNE

Comisión Nacional de Enlace
Comunicado político Nº 27

Las políticas económicas y fiscales de la administración Chinchilla no
significan otra cosa que una declaración de guerra contra la clase
trabajadora.

Además de la crisis política que enfrenta su gobierno por la
intromisión abierta del cártel de los Arias (gobierno paralelo) y la
corruptela de las concesiones, hoy la presidenta nos advierte que para
superar la crisis económica será necesario implementar un paquete de
impuestos (llamado paradójica y falazmente “Ley de Solidaridad
Tributaria) y recortar severamente el gasto público para resolver el
problema del déficit fiscal. Esta iniciativa del gobierno es apoyada
por el Grupo Nación, las cámaras empresariales, el cártel de los Arias
y el Partido Liberación Nacional (PLN).

Cabe retrotraer la historia reciente porque igual hubo una declaratoria
de guerra contra la clase trabajadora en la administración Figueres
Olsen (Laura Chinchilla fungió entonces como su ministra de Seguridad)
cuando se instrumentó una violenta campaña mediática en torno al tema
de la “deuda interna y el déficit fiscal”. El Grupo Nación, sus aliados
y las cámaras empresariales, desplegaron una feroz ofensiva política,
pidiéndole al gobierno que tomara medidas radicales para privatizar el
ICE, los seguros y los bancos para pagar la deuda interna y reducir el
déficit fiscal, de lo contrario Costa Rica iría al caos y se hundiría
económicamente. El cártel de los Arias de entonces tuvo protagonismo
central en esa ofensiva. El PLN y el entonces presidente José María
Figueres estaban plegados a esos intereses. La ofensiva fue derrotada y
Costa Rica no se hundió en ningún abismo. Mentían descaradamente. Igual
lo hacen ahora.

Nótese el paralelismo histórico entre la administración Figueres Olsen
y la administración Chinchilla Miranda, veamos: 1)el argumento es el
mismo, déficit fiscal, 2)se desplegó una brutal ofensiva mediática de
hostigamiento y terror ideológico para lograr su objetivo, 3)son los
mismos actores, el Grupo Nación, el cártel de los Arias, el PLN (hoy
convertido en la trinchera política de la derecha neoliberal) y 4)
antes un presidente y hoy una presidenta plegadas a esos intereses que
igual afirma que Costa Rica caerá en un abismo oscuro y profundo. Por
supuesto que igual engañan cínicamente.

El editorial de “La Nación” del 7 de febrero, titulado “Alza salarial
en el sector público”, nos advierte de cómo están mirando los sectores
dominantes la situación y de cómo la aprovecharán para terminar de
enterrar a los trabajadores y trabajadoras de ese sector. La
recomendación es caerle con horca y cuchillo a todos los derechos
laborales adquiridos a lo largo de los años por ese sector laboral.
Hace tres años y medio prometían felicidad, desarrollo y pleno empleo
si se aprobaba el TLC. Hoy las cosas cambiaron radicalmente y nos
anuncian un paquete de impuestos y un severo y profundo recorte de
gastos de un 20% en el sector público, que redundará en menos y peores
servicios de salud, educación, asistencia social, etc., y por supuesto
en menos inversión por parte del Estado.

No quieren tocar el capital, no quieren tocar a las empresas evasoras,
no quieren tocar a las concesionarias corruptas, no quieren tocar a los
responsables del desastre. Van directo a los reducidos bolsillos de la
clase trabajadora, incluidos esta vez los sectores profesionales y
técnicos de la pequeña y mediana burguesía, al extenderse el paquetazo
tributario a todos los servicios privados que éstos utilizan (salud,
educación, etc.) debido al deterioro de los públicos, mediante el
llamado IVA o impuesto al valor agregado.

Además, todos sabemos que los fondos succionados por medio de este
asalto van a ir a alimentar los negocios del cártel arista y de sus
aliados dentro y fuera del gobierno; es decir, a una vasta red de
intereses espurios y corruptos que se dedica a saquear las arcas del
Estado para beneficio de sus negocios privados, muchos con empresas
extranjeras como Alcatel, Alterra y Autopistas del Sol. ¡No permitamos
que este robo incesante continúe y aumente, menos a costa de los
ingresos de los sectores económica y socialmente más débiles!

Consideramos que el movimiento social, sindical y no-sindical debe
enfrentar con determinación y sin vacilación de ningún tipo esta brutal
ofensiva del gobierno, de la dictadura mediática, las cámaras y los
organismos financieros internacionales (FMI, Banco Mundial, etc.) que
propugnan este tipo de medidas.

Es fundamental plantear como objetivo el derrotar esa perversa
intención de la administración Chinchilla Miranda y no entrar en
cuestionables y timoratas negociaciones tendientes a lograr “reformas”
del paquetazo, que no corrigen a fondo su naturaleza ni garantizan que
el costo de la gran crisis económica que los mismos sectores dominantes
provocaron se descarguen sobre las espaldas de los más débiles y
desprotegidos.

A lo interno del movimiento popular y sindical no puede haber fisuras.
Todas nuestras fuerzas deben dirigirse a derrotar y sacar de agenda esa
iniciativa de la derecha liberacionista y su red de corrupción.

En ese sentido hay que sacar de en medio, si aparecieran, las tesis
oportunistas, blandengues y contemporizadoras del sindicalismo y del
“progresismo de izquierda”, negociador. Pues no faltarán las voces
llamando a pegarle parches a la propuesta del gobierno y a ayudar
“patrióticamente” a Chinchilla, como ya lo sugiere el PAC.

Hay que dejar de lado trascender e igualmente derrotar esas corrientes
reformistas conservadoras, oportunistas y desmovilizadoras que trabajan
en el fondo para preservar el régimen y que son y serán incapaces de
acabar con el cártel de los Arias. Hay que fortalecer el carácter
clasista de esta lucha que, en el fondo, se plantea entre, por un lado,
el conjunto de la clase trabajadora incluidos sus sectores medios, y
por otro toda la clase dominante, ahora agrupada como bloque de poder
alrededor del gobierno en esta materia tributaria y fiscal. Por eso,
debemos hacer un profundo trabajo para levantar la conciencia de masas
y su capacidad de organización para la acción utilizando para ello
todas las armas a nuestro alcance.

No hay que temer a eso, incluyendo el trabajo entre los sectores
estudiantiles que serán los herederos de las nefastas consecuencias que
estas políticas gubernamentales traerán, a la par como siempre del
pueblo humilde y trabajador que en las crisis del capitalismo es el
eterno sacrificado.

¡Que la pena y el costo de la crisis se descargue sobre los bolsillos
de los ricos y no sobre los más pobres!

Comisión Nacional de Enlace
19 febrero 2011

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