miércoles, 16 de febrero de 2011

Comunicado de Vanguardia Popular

Los Arias quieren serviles para apoderarse del país y de la voluntad del Pueblo

El señor Víctor Hugo Víquez Chaverri es un diputado del Partido Liberación Nacional, elegido por la Provincia de Heredia. Si por algo se le conoce es por apego a los hermanos Arias Sánchez y por su enemistad con la señora Laura Chinchilla. Y por nada más.

Pues bien, “La Nación” publicó una larga entrevista en que este señor diputado va poco a poco justificando sus malacrianzas, puesto que llamó “maricón” a otro diputado y, por otro lado, declarar una vez más su obsecuencia ante los Arias Sánchez.

El periodista recogió muy bien la esencia de la entrevista y la plasmó en el título: “Víctor Hugo Víquez Chaverri, pasión por los hermanos Arias”

A decir verdad eso de “pasión” me llamó la atención, como ha de haber ocurrido con muchos lectores. Y cuando me lleno de dudas sobre el verdadero sentido de un vocablo, busco orientación en Diccionario de la Real Academia, aunque creo más en el sentido que da el habla popular que en lo que me dicen los académicos. El sentido que le da el pueblo podría convertirse en una calumnia, pero en el diccionario encontré nueve acepciones.

Entre las nueve tenía que tratar de aplicar al caso la que más acercara el fenómeno de la relación política y me pareció que la más acertada sería la quinta que, textualmente, dice lo siguiente: “5.f. Perturbación o afecto desordenado del ánimo.”

No cabe duda de que el servilismo es una perturbación de la inteligencia. Si se tratara de un hecho aislado no tendría ninguna importancia. Pero la cuestión tiene otros rasgos que si son relevantes para la vida política de nuestro país.

El caudillismo y las dictaduras se asientan siempre en un aparato represivo que les obedece y, como fuerza adicional, en un imprescindible equipo de serviles inconcientes o en una legión de corruptos sin principios éticos.

Los hermanos Arias desde hace mucho tiempo vienen trabajando en crear un ejército de aduladores a los cuales premian con dádivas, con coimas, con posiciones burocráticas, con consultorías y con otros óbolos inconfesables.

Ese es el propósito principal del lanzamiento prematuro de la candidatura de Rodrigo Arias que, como se ve, comienza a rendir sus frutos. Buen ejemplo fue la fiesta con los alcaldes recién electos. Alcalor del asador no faltó quien propusiera “declarar inmediatamente la candidatura de don Rodrigo, sin convención, sin más trámites”.

Han de recordar que los apóstoles de la “dictadura en democracia” ya habían sentenciado que en el PLN no hay tendencias, sólo existe el arismo.

Estos fenómenos no son travesuras de los millonarios heredianos, es el propósito maligno de instaurar una dictadura, sin importar medios. Y no se trata del gusto de mandar y figurar. Es mucho más grave que eso, se trata de seguir haciendo para sí y para sus iguales, negocios a costillas de los intereses de la patria y del pueblo trabajador.

Humberto Vargas Carbonell
Secretario General
Partido Vanguardia Popular

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